domingo, julio 23, 2006

Los Duendes Y El Zapatero

Había una vez un zapatero al que le iba muy mal en su negocio de calzado hecho a mano. Tan mal le iba, que llegó el momento en que en su taller únicamente quedaba un trozo de cuero para hacer nada más que un par de zapatos. Esa noche lo cortó y lo dejó listo para coserlo a la mañana siguiente. Se acostó y se durmió.
Al levantarse al otro día, encontró en su mesa de trabajo que el par ya había sido cocido y el cuero lustrado. El zapatero tomó los zapatos, los miró por todas partes, revisó las costuras, la suela, los cordones: ¡una verdadera obra maestra!
Confundido, se fue a vender los zapatos. A un cliente le gustaron tanto que pagó el doble de su precio.
Aquella noche repitió lo mismo que la anterior: cortó el cuero y lo dejó preparado para coserlo al día siguiente, y al levantarse por la mañana los halló terminados a la perfección. Ni él ni su esposa pudieron explicarse qué clase de mano mágica y bondadosa trabajaba por las noches para ayudarlos…
Nuevamente el hombre marchó a vender los pares. De inmediato aparecieron clientes y con el dinero obtenido pudo comprar cuero para cuatro pares. A la mañana siguiente, otra vez, halló los cuatro pares terminados, y lo mismo le ocurrió muchas otras veces.
Pronto el zapatero se convirtió en un hombre de mucho dinero, casi rico.
Una tarde, cuando ya faltaba poco para la Navidad, la esposa del zapatero le propuso: “Quedémonos despiertos esta noche, y escondidos, para ver si podemos descubrir quiénes son los que nos ayudan de esta manera”. Así lo hicieron: dejaron la luz encendida, se escondieron en un armario, detrás de la ropa que había colgada en él y esperaron llenos de curiosidad.
A las doce de la noche, después de que las doce campanadas sonaron en el reloj, el matrimonio vio cómo, sigilosamente, entraban en la habitación tres lindos y pequeñísimos duendes que -¡Oh!- estaban desnudos a pesar del frío que hacía dentro y fuera de la casa. Los pequeños corrieron inmediatamente hacia donde el zapatero había dejado el cuero cortado, lo tomaron y comenzaron a trabajar sin descansar armando con increíble rapidez una enorme cantidad de zapatos. Antes del amanecer, ya terminado su trabajo, desaparecieron de repente.
Al día siguiente, mientras comentaba con su marido lo que había visto, la mujer dijo: “Esos duendes nos han dado más que lo que necesitábamos, y nunca nos pidieron nada a cambio; tenemos que hacerles saber de alguna forma nuestra gratitud. Deben de estar pasando muchísimo frío, así desnuditos como andan. Yo voy a coserles ropa y vos hacerles unos zapatitos”. El hombre se entusiasmó con la idea y ambos pusieron manos a la obra.
Esa noche, cuando los duendes llegaron, en el lugar donde antes el zapatero dejaba los cueros cortados, encontraron calzoncillitos, camisetas, pantalones, pulóveres, camperas, medias y tres pares de botas que eran una maravilla. Ahora los sorprendidos eran los duendes que, una vez vestidos, no podían dejar de mirarse al espejo, reír, cantar y bailar. Y casi al amanecer, se fueron bailando. Desde aquel momento ni el zapatero ni su esposa volvieron a ver a los chiquitos. Pero tuvieron una buena vida y no pasaron miseria nunca más.

13 comentarios:

Dosto dijo...

Muy bueno Caro, ya lo habia visto en una adaptación de Barney, si leíste bien, el dinosaurio rosa, jajaja!!!
Besotes...

Desde el mas aca dijo...

Es uno de los cuentos que mas recuerdo con cariño de mi infancia, gracias por postearlo!!! besos y abrazos

Usagi dijo...

Caro este cuento es de pequeñas como diria alguien. Es muy tierno y digno de vos.
Besotes

Usagi dijo...

La verdad se ve la simpelza del alma al encontrar este opst digno de ser publicado. Es muy hermoso.
Todos tenemos nuestros propios duendes, solo que como en el cuento no se ven. Y a veces hacen cosas tan simples que pensamos que son vanales.
Saludos a la condesa.

-=|Ðä®k£äðy|=- dijo...

Caro! Me encanto el cuento! Te deje en mi blog, el link para ver el video de Whitin Temptation del tema q puse, asi despues no decis q no te educo musicalmente, jijiji. Espero q te guste, realmente el tema es muy lindo. Besote! Me encanta tu blog! Nos veremos pronto!

Caro dijo...

dosto: te quiero yo... y tu a mi... siiiiii es divino Barney... Besos!

desde el mas aca: si? yo no lo conocía... gracias por pasar!

usagi: verdad, pero que sirve de manera más didacta para aprender ciertos valores. Gracias por tu visita.

Sir: siempre es un placer verlo por acá, me da gusto que la reina le de tiempo libre para que se de una visita.

darklady: si, vi el video, está buena, muy buenas voces tienen las chicas, y gracias! necesito educación musical!!! Sé que tengo el mejor gusto, pero me gustaría interiorizarme en otros mundos musicales así todos descansamos de Andrés... jajajajjajaa

Anónimo dijo...

Olá, Caro!
Gostei muito deste conto, os duendes são seres mesmo muito misteriosos! Também gostava que me fizessem uma visita durante a noite hehehe
Beijinhos

Delirante dijo...

Me sacó una sonrisa el post...

¡Gracias!

Saludos :)!

Caro dijo...

Silvia: Si cierto, he sido muy descortés, ahi nos vemos... Besos!

Gise: Qué lindo! Gracias por pasar!

Maurus dijo...

Hermoso cuento Doña!!!

Caro dijo...

maurus: qué bueno te gusto. Gracias por tu visita. Besos.

Anónimo dijo...

por favor si alguien conoce elc uento de los zapatos que hacian musica se lo agradecería eternamente.....comunicarme a mi correo jimenezmh@hotmail.com

Anónimo dijo...

Hola me pareci muy lindo y enriquecedor, les llamo mucho la atención a mis hijos. felicidades